Por Gonzalo Rossi.
El volante de Midland, Guillermo Almada, apuesta a terminar de la mejor manera el campeonato. Además, nos cuenta donde empezó
a jugar, como llego a Sportivo Barracas y su paso Tigre y Temperley, entre
otros temas.
El
experimentado volante que tiene Mildland,
Guillermo Almada Flores, se hace un tiempo para dialogar con este medio. En
relación a sus comienzos en el futbol, recordó: “Empecé de muy chiquito,
en las Infantiles del Club Deportivo Español, cuando el Gallego transitaba la
Primera A”. Además,
comento que futbolistas admiraba de chico: “Al
haber estado mucho tiempo en Español, siempre admire a jugadores como al Puma José
Luis Rodríguez, Batista. Ya de grande, me encantaba Hugo Castillo y Juan Martin
Parodi, futbolistas que se hacían gigantes en un club humilde para la categoría”.
Por
otro lado, Flores comento como llego a Sportivo
Barracas: “A Sportivo llegue cuando
ya había tomado la decisión de dejar el futbol profesionalmente, y ponerme a
trabajar con mi viejo, en un taller de óptica, ya que para ir a entrenar a JJ Urquiza,
me tenía que tomar dos colectivos y un tren para llegar, y cobraba solo un
viatico. Pero, un día me cruce a Jorge Zerillo, el diariero de mi barrio, que había
dirigido inferiores de Español, y me invito ir a Barracas, ya que él iba a
agarrar Primera. Acepte la propuesta, porque me permitía trabajar y jugar. A
parte, era mejor que terminar en una liga amateur, pese que a aquel momento,
transitaba la D, no cobrabas, no tenias cancha ni predio para practicar, porque
entrenábamos en Parque Roca”.
Además,
vale destacar que Guillermo jugo en Tigre.
“Luego del ascenso a la C con Barracas y
haber tenido un muy buen campeonato, Caruso (Lombardi), que es un veedor del
ascenso, se intereso en mi, y me llevo al Nacional B”, indico el
mediocampista, que debute en el año 2000 en Argentino de Merlo, gracias al DT Carlos
Pinazco.
Por
otra parte, también el mediocampista jugo en Deportivo Merlo y Temperley. “Mi paso por Deportivo Merlo fue muy bueno,
porque jugué todos los partidos, y conocí la categoría que me faltaba en el
ascenso, la Primera B. En cambio, En Temperley pase un año inolvidable, donde compartí
vestuarios con grandes jugadores, como Bazán Vera, Orfila, Crivelli y Vivaldo.
Disfrute mucho estar en el Gasolero, porque me gustaba mucha su cancha. Además,
me sentí muy cómodo, e hice algunos goles”, contó.

Por último,
opino sobre el semestre que tuvo el Funebrero: “Esta campaña, realmente fue muy pobre. Si bien el equipo demostró jugar
bien, siempre nos falto un poquito para cerrar los partidos. Logramos ganas los
clásicos, frente a Argentino de Merlo, Laferrere y Deportivo Merlo, lo cual
ayudo un poco para regalarse una alegría a la gente. En estos últimos partidos,
estamos pensando en sumar puntos para engrosar un poco el promedio, y así
arrancar el próximo campeonato con toda la ilusión de pelear el ascenso”.
Fotos: Facebook.
No hay comentarios:
Publicar un comentario